Diana Castro
Que bonita es la vida sin dolor. Desde que empecé los ajustes en el Centro Quiropráctico A. G. me cambió la vida. Venía casi sin poder andar, con problemas en cuello, piernas y espalda. Ahora tengo energía y calidad de vida.
Que bonita es la vida sin dolor. Desde que empecé los ajustes en el Centro Quiropráctico A. G. me cambió la vida. Venía casi sin poder andar, con problemas en cuello, piernas y espalda. Ahora tengo energía y calidad de vida.
No podía hacer deporte. Gracias a mi tratamiento quiropráctico he vuelto a jugar al fútbol y sin dolor alguno, solo haciendo una revisión cada 2 meses para comprobar que mi cuerpo sigue funcionando perfectamente.